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ÁREA PRECARIA

UN MODELO COGNITIVO DE LA ESCRITURA

En los procesos de lecto-escritura  es diferente el esfuerzo cognitivo que demanda cada uno de los procesos. El proceso de lecto-escritura  supone descodificar el texto, entenderlo y reflexionar sobre ello. Cuando uno es pequeño, aprende a leer con una dificultad relativa, lo difícil es entender lo que se lee y reflexionar sobre ello. 

Estos tres procedimientos no les quiero quitar su mérito, pero en mi opinión son procesos mucho más sencillos que la escritura, ya que cuando lees, interiorizas conocimientos que otros escriben, mientras que en el proceso de la escritura uno tiene que pensar sobre qué tema va a escribir, qué quiere conseguir “objetivo”, en las demás personas escribiendo eso y lo que es más importante, “traducir” las ideas propias para que sean entendibles por los lectores.

 

Nuestros pensamientos están influenciados por sentimientos, emociones, experiencias, por inquietudes… y  todo esto es difícil plasmarlo en un papel y sobre todo hacer que llegue a las demás personas.

 

Escribir supone tiempo, esfuerzo, reflexión, vocabulario propio, tener conocimientos propios…

 

En el caso de que estos conocimientos no se tengan, es imprescindible consultar otras fuentes “almacén externo”, para seguir formándose.

 

Una vez que se ha hecho el escrito es preciso que se evalúe, para juzgar su calidad y  para comprobar que las ideas que se han querido expresar efectivamente se encuentran en el texto.

 Por último se revisa su estructura, sus faltas, sus concordancias…

Escribir es una tarea difícil pero no imposible… “a escribir, se aprende escribiendo"

CRISTINA MAROTO ALONSO

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