Blogia
ÁREA PRECARIA

Modelo cognitivo de escritura

La verdad es que me paro a pensar y me cuadra lo leído en el texto. Ahora mismo, no hace falta pensar en otros trabajos. Por un lado tengo que ver el tema (en este caso está muy claro), quiénes lo van a leer (Eladio, mis compañeros, etc.), y eso es algo a tener en cuenta. A lo mejor no lo escribiría igual si lo fuesen a leer alumnos de primaria, o a lo mejor sí, ¿por qué no?

 

Sigo analizando y efectivamente estoy usando la memoria a largo plazo. A ver, tengo que pensar en si recuerdo algo sobre este tema, y a ello llego mediante reflexión y pensamiento. Aunque no escriba nada de algún conocimiento anterior, no quiere decir que no la haya usado.

 

Y pasamos al punto gordo: la memoria de trabajo. Vamos, a ver yo después de leer el texto que han dejado los compañeros, he tenido que traducir lo que decía, interiorizarlo con mis propias palabras y expresarlo como estoy haciendo ahora. Pero antes de ponerme al teclado he tenido que organizar como lo voy a hacer, ver que metas quiero conseguir. Como decía al principio, si lo que quiero es colaborar con mi reflexión para que los compañeros puedan sacar algo positivo lo haré de una forma, si quiero soltar un rollo y que la gente se aburra y no lo termine de leer lo haré de otra. Y antes de ponerme a generar, he organizado mis ideas, y he llamado a mi memoria de largo plazo para ver si podía ayudarme con alguna que ya tuviese antes. Cuando ya he tenido las cosas claras me he puesto a escribir.

 

Y por último, falta lo que se debe hacer siempre, sobre todo en los exámenes. Revisar y corregir aquellos errores e ideas que no quedan claras. La verdad que está mal decirlo y no hacerlo, así que con su permiso no os aburro más y voy a ver si me queda clara la reflexión.

 

Bueno sí, os aburriré un poco más, se me ha olvidado un punto importante en esta reflexión. La escritura no puede ir separada de la lectura. No me imagino a ningún buen periodista o ningún buen escritor, no saber leer bien. Al igual que no me imagino a ningún buen lector, no saber escribir con claridad. A lo mejor ese es mi problema, que ejercito poco el buen arte de la lectura. Es un gran fallo lo reconozco, pero la verdad es que no es una de mis pasiones, pero si algo aprendí en Magisterio y en mis prácticas es que a los alumnos hay que motivarles a que lean. Sí sí, motivarles no obligarles a leer. No me creo que ningún alumno de primaria o secundaria no tenga interés por ningún tipo de lectura, siempre decimos que hay que centrarnos en los intereses de los alumnos, y a lo mejor no nos damos cuenta que obligarles a leer el Quijote no es su centro de interés, pero si conseguimos motivarlos y que cojan el gusanillo de los libros, al final lo acabarán leyendo y quien sabe sino escribiendo otro, ya no por la fama y la fortuna, sino por afición, pues la escritura, al igual que cualquier otro “vicio” puede ser muy saludable.

 Ahora sí, no te aburro más y voy a revisar mi reflexión.

Juanma

0 comentarios